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lunes, 7 de noviembre de 2016

LA CIUDAD DE AJETATÓN (extractos)

Alrededor del cuarto año como faraón, mi padre ordenó construir una nueva capital para rendir culto al Sol llamada Ajetatón (sita en el enclave actualmente denominado Amarna), a mitad de camino entre Tebas y Menfis. En esta ciudad pasamos diez años y durante esa estancia mi padre aplicó cambios, tanto en arte como en otros ámbitos culturales.
¿Qué decir de esta ciudad? No me gustaba, pues donde vivíamos antes en Uaset (Tebas) era más bonita, vivía feliz, había muchísimo sol y muchísimo oro, mucha arena. La corte se desplazó con nosotros, básicamente porque donde estaba mi padre, el faraón, había trabajo y fuente de ingresos para todos.
Pero antes de que siga hay que explicar cómo llego mi padre a la conclusión de que debíamos irnos de Tebas, construir una nueva capital egipcia y adorar al dios Atón.

Extractos de "Secretos de la Realeza en el Antiguo Egipto"
Liusmila González